“Tengo miedo al COVID-19, a contagiarme”, “tengo miedo a que algún ser querido se contagie”, “tengo miedo a perder a algún familiar o amigo”,
“tengo miedo a perder mi trabajo”, “con el ERTE que he sufrido en mi empresa no voy a poder mantener a mi familia”, “me han despedido y no puedo pagar mi hipoteca/alquiler”, “mi negocio nunca más voy a poder recuperarlo”, “cuando termine esta situación va a ser imposible recuperar mi trabajo, mi vida”,….
Estos son algunos de los pensamientos que nos invaden en estos momentos de miedo e incertidumbre. Desgraciadamente es normal que los tengamos, estamos viviendo una situación en la que no sentimos que tengamos control sobre ella, que vemos que la curva está disparada, que, aunque estemos confinados, siguiendo el protocolo de estado de alarma, los números siguen sin ser nada alentadores. Cada vez más muertes, mayor número de personas contagiadas y sin saber cuando acabará todo esto, cuando aparecerá el milagroso fármaco que pare y cure este contagio del temido COVID-19.
Y si ya no tuviéramos suficiente …
Y si ya no tuviéramos suficiente de temer por nuestras vidas, por las vidas de nuestros seres queridos, se nos suma una situación económica que, en vez de aliviarnos, nos desalienta más. Nos cuentan muchas personas- que están sufriendo ERTES, despidos, que se han visto obligados a cerrar sus empresas y/o negocios- que no tienen para pagar el alquiler o la hipoteca de donde viven, que no saben qué hacer porque no tienen para pasar el mes. Y otras muchas personas que dependen de ayudas sociales para poder comer y que no les está llegando esas ayudas.
¡Todo esto es tremendo! E imagino que si te digo que evites tener ese tipo de pensamientos negativos me digas que, si no estoy en este mundo, que, si vivo en otro mundo, en otra realidad. La verdad es que sí que vivo en este mundo, que también tengo ese tipo de pensamientos que me provocan miedo, incertidumbre, impotencia, desánimo, …
Como te decía la semana pasada en el anterior artículo sobre cómo ayudarte tú mismo a sobrellevar el confinamiento, está más que justificado tener estos pensamientos y emociones. Es completamente normal sentir miedo al COVID-19 y a toda esta situación que nos sigue muchas veces sin parecer real. Pero no nos quedemos anclados en estos pensamientos negativos. Intentemos apaciguarlos, intentemos no retroalimentar el dolor, el desánimo. Intentemos llegar a un equilibrio que nos ayude a superar esta dolorosa situación. ¿Te apuntas?
Es momento de que tomemos conciencia de los efectos que nos provoca tener estos pensamientos y emociones, y a partir de esa toma de conciencia reflexiones si queremos anclarnos en ellos o si preferimos que fluyan otros pensamientos que nos ayuden a pasar esta situación con menos dolor, con menos angustia, con menos desesperación.
No decidas aún, te invito a que sigas leyendo este articulo en el que te ofrecemos una técnica/herramienta/ejercicio que te va a ayudar a tomar tu decisión.
Técnica: ¿Cómo tomar conciencia de las consecuencias de nuestros pensamientos?
Cada pensamiento que generamos en nuestra mente desencadena una serie de emociones, las cuales se manifiestan en nuestro cuerpo, a las que llamamos sensaciones corporales.
Si te parece bien vamos a tomar como ejemplo uno de los pensamientos con los que iniciamos este artículo:
Ahora te recomiendo que hagas tú este mismo ejercicio con uno de los pensamientos que te están haciendo daño a causa de esta situación:
- Escribe en pensamiento en papel
- A continuación, anota cuáles son las emociones que te provoca ese pensamiento
- Toma conciencia de cómo se manifiesta ese pensamiento en tu cuerpo, y anótalo.
¿Cuánto dolor te produce ese pensamiento, para ello te presentamos esta escala del dolor basada en las emociones, para que re resulte más fácil identificar el grado de tu dolor:
Si sigues haciéndolo con todos los pensamientos que te están surgiendo ante esta situación que estamos viviendo, te harás una idea de cuánto dolor te está provocando esos pensamientos a nivel mental y físico.
¿Qué pasaría si tuvieras otros pensamientos, además de los normales y más que justificables por esta situación?, por ejemplo:
Escribe tus repuestas de nuevo en un papel, y evalúa de nuevo en que escalas de dolor te ha hecho estar ese nuevo pensamiento:
Haz este ejercicio con todos los pensamientos que tienes ante este confinamiento, ante tu miedo al COVID-19) e intenta darle un giro más esperanzador como hemos hecho en el ejemplo y compara lo que te provoca unos y otros y ahora sí, decide como quieres sentirte en estos difíciles momentos.
Descarga un poco tu mente y deja entrar aire fresco
¿Qué pasaría si liberaras un poco tu mente de estos pensamientos que te asaltan en este estado de alarma? ¿Qué pasaría si le plantaras cara al miedo al COVID-19?
Si nos liberamos de esos pensamientos que nos causan tanto dolor dejando entrar a otros más esperanzadores, nos ayudaría a sentirnos mejor en estos momentos. Si tú te sientes mejor vas a poder hacer que los demás puedan sentirse mejor y ayudarles ya sea en casa o en la distancia.
Te animo que tomes conciencia y reflexiones sobre ello. Está claro que tienes todo el derecho del mundo a tener momentos tristes, desesperados, de impotencia, etc…, pero sé amable contigo, no te castigues, no te quedes anclado (a) en ese dolor, mímate y mima a los tuyos.
Porque queremos y nos gusta ayudarte, te ofrecemos nuestro lado más solidario #Obluencasa. Estamos para escucharte y acompañarte en estos difíciles momentos y, por ello, nos pondremos en contacto contigo sin coste alguno.
Te sentimos a nuestro lado, ¡Muchas gracias por seguirnos!
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Great post.
Thank you Victoria!!