¿Vives con pánico el momento de tener que hablar en una reunión o presentación de trabajo frente a tus compañeros, jefes o clientes? ¿Por tu profesión a veces tienes que hablar en público y lo pasas realmente mal? ¿Eres estudiante y temes cada vez que tienes que enfrentarte a una exposición oral?
Es lo que conocemos como miedo a hablar en público o pánico escénico, y es algo más habitual de lo que podamos pensar. Su nombre es Glosofobia y, según lo define el Instituto Europeo de Psicología Positiva, “es un miedo irracional que se siente cuando a la persona le toca exponerse en público y ser el centro de atención a la hora de realizar cualquier actividad”, como hablar, actuar o cantar.
Las respuestas de nuestro organismo ante este miedo irracional pueden ser muchas, y se manifiestan tanto a nivel emocional como a nivel físico:
Emocionales
- Ansiedad
- Nerviosismo
- Miedo
- Confusión
Físicas
- Sudoración
- Aumento del ritmo cardíaco
- Temblores
- Falta de concentración
- Nauseas, mareos…
Para muchas personas enfrentarse a ello es una tarea realmente difícil de gestionar, y supone un verdadero problema, que les limita personal y profesionalmente. En muchas ocasiones, una persona con miedo a hablar en público, termina por abandonar la presentación o exposición. La única respuesta que encuentra es escapar de la situación, al sentirse totalmente incapaz de hacerle frente.
Desarrollar y mejorar nuestra habilidad de comunicarnos con los demás es esencial para nuestro desarrollo personal y profesional, ya que adquirir una buena oratoria influirá muy positivamente en nuestra autoestima y confianza. Sin embargo, como vemos, es uno de los retos más complicados para el ser humano.
La buena noticia es que se puede trabajar y superar, y para ello el Coaching nos puede ayudar y facilitar a hacer este camino, como veremos más adelante.
¿Por qué tenemos miedo a hablar en público?
Las causas que pueden provocar en una persona pánico escénico pueden ser muchas, y en algunos casos pueden darse varias al mismo tiempo.
La más común es el miedo al rechazo, a ser juzgado, criticado, lo que provoca una inseguridad en la persona que lo sufre. No importan los grandes conocimientos que se tengan sobre el tema que se va a presentar en público, la increíble voz o las dotes innatas como actor o actriz. La persona siente que no será capaz de hacerlo y, tras ello, vendrá el bloqueo y el aislamiento…
Esa inseguridad a “hacerlo mal”, a “hacer el ridículo”, a no poder comunicarse bien con el público, a no llegar conectar… o simplemente el sentirse incómodo por ser el centro de todas las miradas, es lo que lleva a la persona a anticiparse de forma negativa y generar pensamientos catastróficos e irracionales.
Otras causas pueden estar relacionadas con experiencias negativas o traumáticas anteriores, (creyendo que volverán a repetirse) o tener unas expectativas demasiado grandes de lo queremos lograr con nuestra comunicación.
Cómo puede ayudarte un proceso de Coaching
Como decíamos al principio, la buena noticia es que el miedo a hablar en público se puede trabajar y superar. Eso sí, es importante recalcar que el cambio no sucede de un día para otro, sino que es un proceso. Y el primer paso en este proceso es aprender a transformar esos pensamientos negativos y catastróficos que nos pueden llevar al bloqueo mental y al fracaso por pensamientos positivos, que nos conviertan en personas más seguras de sí mismas y con una mayor autoestima. En definitiva , aprender y aplicar técnicas para gestionar esas emociones tomando el control de ellas.
A partir de aquí, el Coaching puede convertirse en una excelente herramienta de trabajo para conseguirlo. A través de un proceso de Coaching podemos aprender a pensar en positivo y a visualizar nuestro éxito cuando nos enfrentamos a un público numeroso. Además, un proceso de Coaching te ayudará a identificar la raíz de esos momentos de bloqueo para poder crear una estrategia, un plan de acción, que te haga ganar en confianza y seguridad.
Por supuesto, una buena preparación y planificación de los contenidos serán esenciales, diseñar las sesiones según las necesidades y/u objetivos que desee alcanzar cada persona. Pero, evidentemente hay que ponerse en acción, dar pequeños pasitos con los que uno se sienta lo más cómodo posible para superar los obstáculos detectados. Una forma de facilitar este camino es poner en práctica ciertas técnicas y acciones que hagan de trampolín para dar ese impulso que la persona necesita para aumentar la confianza y seguridad en sí misma.
Llegado a este punto, puede que pienses “vale la teoría ya me la sé, ya he leído mucho sobre este tema pero, qué puedo trabajar realmente en un proceso de coaching para poder mejorar cuando hablo en público?”.
En un proceso de coaching donde te acompañe un buen coach profesional, te va a permitir a tomar conciencia y reflexionar sobre las causas de ese bloqueo cuando te comunicas. Vas a descubrir los motivos que te provocan ese malestar, vas a detectar qué puedes mejorar y qué acciones puedes ir tomando para lograr derribar ese obstáculo. Dependiendo de ello, detectarás, con la ayuda de tu coach, qué es lo que más te va ayudar y facilitar a quitarte ese miedo para posibilitarte el hacer llegar a los demás tus conocimientos , el mensaje que deseas transmitir y el modo en el que deseas transmitirlo.
¿Qué puedes trabajar en tu proceso de coaching?
Aprender a relajarte antes de hablar en público: ejercicios de relajación, respiración, meditación y Mindfulness… Lo importante es que nuestro cuerpo sea capaz de transmitirle a nuestro cerebro que no está en situación de peligro y, por lo tanto, no debe activar ninguna alerta.
Decirle adiós a los nervios: existen una serie de técnicas que pueden ayudarte a controlarlos, lo que te hará ganar en seguridad ante el público y evitar bloqueos, confusión, falta de concentración, etc.
Mejorar tu comunicación no verbal, tu expresión corporal: miradas, gestos, uso de tus manos y pies. Controlar todo ello hará que tu mensaje llegue mejor hasta tu público.
Controlar tu voz. Una de las claves para cautivar al público. Aprender a controlar el tono, timbre, volumen, la velocidad de tu voz, la respiración…
Mejorar tu dicción: existen muchos ejercicios que pueden ayudarte a conseguirlo. Será otra forma de ganar en confianza y seguridad ante el público.
¿Te gustaría que hablar en público dejase de ser un tormento y se convirtiese en un reto positivo y estimulante para ti?
No es imposible, solo tienes que empezar a trabajar en ello. Y nosotros estamos encantados de ayudarte en el proceso.
¡Consúltanos sin compromiso y juntos construiremos tu estrategia hacia el éxito!